Como dije al principio, en
este blog se va a hablar de todo, y eso incluye CINE.
Me encanta el cine de toda
clase y factura, y me encanta ver cine para evadirme, y a la vez
verlo con ojo crítico, imaginarme cómo fue el rodaje, dónde se
colocaron las cámaras, cómo se ideó el guión. Me gusta evaluar la
dirección, la iluminación, las actuaciones, los trucos de cámara,
los McGuffins y los cliffhangers, los saltos de raccord y de eje, los
planos secuencia y los dolly tracks, el montaje y la banda sonora.
Sí, soy así de friki. Y cada vez que vea una película os la
comentaré por aquí más tarde o más temprano, empezando desde la
película que vi antes de ayer: GUARDIANES DE LA GALAXIA.
Los Guardianes de la
Galaxia es puro cine de género. Del género de superhéroes para ser
más concreto. Sí, es comedia, y es acción, pero es cine de
superhéroes de cómic también, y cómo tal ha de ser tratado.
Llamadme raro, pero mi tesis es que las películas de un determinado
género, aunque han de ser tratadas como “películas” en general,
no deberían compararse con aquellas cintas con las que no tienen
nada que ver. Comparar Guardianes de la Galaxia con Annie Hall o con
Rebecca no tiene mucho sentido para mi, casi tan poco sentido como
comprar Annie Hall y Rebecca entre sí.
Está claro que en los
últimos años el cine de superhéroes y el blockbuster van de la
mano. Sí, ha habido unos cuantos intentos del cine indie (Super,
Chronicle) de hacer cine de superhéroes y no han salido nada mal,
pero ha sido el blockbuster el que lo está petando de una manera que
casi que cuando hablamos de este tipo de películas las separamos en
pelis de cómics (DC y Marvel) y las demás.
Y tras esta larga y
aburrida introducción: vamos al grano.
Guardianes de la Galaxia
entretiene un montón. Parece una perogrullada, pero en una peli
basada en unos cómics que presumiblemente son bastante entretenidos,
que la película también lo sea me parece algo bueno. Tiene acción
muy bien rodada (peleas, tiroteos, persecuciones), y tiene muchas
muchas risas gracias a momentos absurdos. El personaje de Starlord es
el héroe, el antihéroe y el sobrepunto cómico todo en uno. En
realidad todos los personajes tienen a la vez un punto trágico, un
punto cómico y un punto “badass”. Y funcionan muy bien juntos
desde el principio cuando se encuentran por primera vez hasta el
final. Mención especial al arbóreo Groot, el cuál se ganó las simpatías de toda la sala.
En cuanto al guión, pues
os lo destripo desde ya: hay un objeto indefinido muy importante que no puede
caer en manos de los malos, obviamente cae en manos de los malos y
hay que recuperarlo. Y al final los buenos ganan. Nada que no hayáis
visto ya al menos 100 veces. ¿Acaso importa? Si algo aprecio del
cine es que lo importante es el viaje y no el destino. Sí, a todos
nos molan que nos sorprendan (Fight Club, Cadena Perpetua) pero...
también hay películas muy sorprendentes que son reguleras (El
Código Da Vinci). A lo que voy: lo importante es el "cómo" más que el "qué". Porque
tiene mérito hacer que te evadas durante dos horas con una historia
tan manida. Ahí está la gracia de la película, en entretener
mediante camaradería, bromas, equilibrio entre acción, tensión
dramática y hay un dominio total por parte del director en llevar
adelante el argumento al ritmo que él quiere.
Si os gustó Los
Vengadores os recomiendo muchísimo ir a ver Guardianes de la
Galaxia. Si no os gustó Los Vengadores, dudo que os guste esta pues
es del mismo estilo, Y NO PASA NADA si no te gustan las pelis así,
hay pelis para todos los gustos.
Eso sí, si no os gusta
esta película es que no tenéis alma. (PISTA: nadie tiene)
NOTA: 8/10
Test de Bechdel: 3/3. (En
otra ocasión os hablaré de esto, pero ahí lo dejo caer para los
curiosos)
¡Hasta la próxima!
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